Si nos adentramos en las técnicas de estudio existentes nos damos cuenta de que hay muchas, pero no todas nos permiten estudiar de una manera sencilla y efectiva. Toca encontrar las mejores técnicas de estudio para acortar tiempos, sobre todo en oposiciones donde los contenidos son más densos. Si quieres aprender y absorber los contenidos de tu curso con más rapidez y habilidad, échales un ojo a los siguientes datos clave.

Si haces esto, lo estás haciendo mal

La primera definición que tiene la palabra estudiar en la Real Academia Española es:

“Ejercitar el entendimiento para alcanzar o comprender algo”

Atendiendo a la definición, memorizar a la fuerza no parece el camino. La memoria solo retiene conceptos, pero si no los hemos aprendido y adherido a nuestro conocimiento antes, no será una gran aliada para aprobar nuestros exámenes.

Con subrayar lo importante pasa algo similar a lo anterior: es una de las mejores técnicas de estudio, por sí sola no funciona.

Leer una y otra vez lo que hemos marcado como importante es una de las consideradas mejores técnicas de estudio o, al menos, una de las que más se usan.

La verdad es que no importa cuántas veces leas aquello que has subrayado si no lo has entendido completamente. Es una de las técnicas de estudio más usadas, pero poco efectiva por sí misma.

¿En qué se basan las mejores técnicas de estudio?

En una fórmula que reúne parte de lo anterior y añade algunas cuantas cosas clave de manera estructurada. A continuación, el conglomerado de buenas prácticas basándonos en las mejores técnicas de estudio de la que ha salido una guía que te será bastante útil para estudiar. ¡Presta atención!

Crear un hábito de estudio

Sabemos que los hábitos son muy importantes para nuestra vida. Crear un hábito de estudio también lo va a ser. No es lo mismo ‘obligarte’ a hacer algo a que el ‘cuerpo te lo pida’ por costumbre. No requiere el mismo esfuerzo, así que ésta es la primera regla para que apruebes tus oposiciones y otros exámenes.

Leer con atención el material de estudio

Lee una lección o tema de forma rápida marcando los conceptos que no entiendas para buscar su definición y anotarla al momento. Con esta práctica sencilla podrás tener una visión clara de los temas más importantes y cómo se ha estructurado el contenido.

Subrayar las ideas importantes

El siguiente paso sería realizar una segunda lectura más profunda de cada parte del temario y subrayar todas las cosas que te parezcan relevantes.

Estructurar el temario, una de las mejores técnicas de estudio

Ahora que ya tienes una visión global y clara del temario, es el momento de darle una estructura inicial. Para ello bastará con que realices un pequeño esquema de cada una de las partes del contenido a estudiar.

Convertir el contenido (la parte más crucial de tu técnica de estudio)

Este es el factor más determinante para el éxito o fracaso en un examen y no hay una buena técnica de estudio que no la contemple. Se trata de leer una parte del temario y desarrollarla