
A la hora de preparar y presentarse a una oposición son muchas los aspectos y condiciones que debemos valorar.
Lo primero que debemos de pensar es en ser realistas. Importante es conocer si la oposición a la que nos presentamos se ajusta a nuestra realidad. Con esto nos referimos tanto a los conocimientos mínimos de los que se deben partir para afrontar el examen como las habilidades y aptitudes necesarias para desarrollar el futuro trabajo.
Por otro lado, es importante saber si la oposición a la que nos presentaremos tendrá una regularidad en el futuro. Es decir, ¿se volverán a ofertar plazas en un futuro próximo? Es probable que fracasemos en nuestro primer intento (e incluso segundo y tercero) de conseguir la plaza. Si no se vuelven a ofertar plazas hasta dentro de varios años, es posible que abandonemos la idea de conseguirla y todo el tiempo invertido hasta ahora haya sido para nada. Por lo contrario, si existe una regularidad en la convocatoria de plazas, podremos seguir preparándola y presentándonos con mayores garantías.

FUNCIONARIOS DE CARRERA Y FUNCIONARIOS INTERINOS
Antes de comentar el último aspecto, y para entenderlo más fácilmente, hay que introducir la diferencia entre los funcionarios de carrera y los interinos. Los funcionarios de carrera son aquellos empleados públicos que están vinculados a la Administración de una forma estable, mientas que los funcionarios interinos y personal eventual no lo están.
Una vez comentada esta diferencia, lo que queremos explicar y que se tenga en cuenta es si la plaza a la que aspiramos constituye bolsa de trabajo. Es decir, ¿existe una bolsa de trabajo para la plaza a la que nos vamos a presentar?
Como decimos, cuando un puesto de trabajo no puede ser desarrollado por un funcionario de carrera, se acude a esta bolsa de empleo para seleccionar, de manera temporal, a un funcionario interino. Pero como es obvio, para que esto suceda, debe existir una bolsa de trabajo.
Y es que, cuando realizamos el examen de oposición podemos aprobar o suspender. Pero, aunque se apruebe, no siempre se consigue la plaza. Hay que tener en cuenta el resto de notas y los méritos presentados por el resto de aspirantes. Casi nunca, a la hora de acceder una plaza, se valora exclusivamente el 100% la nota obtenida en el examen. Sino que se valoran, también, otros aspectos como el tiempo trabajado en administraciones públicas o los de cursos y enseñanzas que se hayan obtenido en la formación curricular. En porcentaje suele estar alrededor de 60% oposición (examen) y 40% concurso (méritos) en el caso de Promoción interna y para Acceso libre la fase de oposición supone el 80% de la puntuación total del proceso selectivo y la fase de concurso el 20%.
Además, es muy importante tener en cuenta que para el acceso libre y con carácter general la fase de oposición incluye al menos dos ejercicios.
Todo esto vendrá regulado en las bases que se dicten